O mariscal Pardo de Cela e a rebelión
de Fernán Arias de Saavedra
Actualizado: setembro 2024
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Gran Enciclopedia Galega Silverio Cañada
Gran Enciclopedia Galega Silverio Cañada
D. Antonio Couceiro Freijomil
(Pontedeume,
A
Coruña,
2
de
xuño
de
1888
-
Santiago
de
Compostela,
9
de
maio
de
1955),
foi
un
filólogo,
bibliógrafo,
pedagogo
e
escritor
galego, coñecido polo seu
Dicionario biobibliográfico
de escritores.
Segundo
a
RAH,
foi
un
ensaísta
de
recoñecido
prestixio,
periodista,
redactor
xefe
do
Diario
de
Ourense
e
redactor
de
El
Norte
de
Galicia
,
ademais
de
colaborar
nos
periódicos
La
Zarpa,
Galicia,
Vida
Gallega,
El
Compostelano,
El
Correo
Gallego,
La
Noche,
ou
a
revista
Nós
.
Destacou
polo
seu
labor
pedagóxico
que
cultivou
dende
1904,
ano
no
que
fundou
un
colexio
en
Pontedeume,
ó
mesmo
tempo
que
estudou
Maxisterio
por
libre
na
USC,
licenciándose
en
1909
cun
Premio
Extraordinario.
Crítico
co
grupo
NÓS,
participou
no
Seminario
de
Estudos
Galegos
e
foi
membro
da
Real
Academia
Galega.
Elaborou
un
Dicionario
biobibliográfico
de
escritores
en
tres
volumes,
esencial
na
historiografía
literaria,
no
que
se
poden
atopar
escritores
galegos ou foráneos que escribiron sobre Galicia.
Entre
as
súas
obras
destacan:
“
El
idioma
gallego.
Historia.
Gramática.
Literatura
”
na
obra
Geografía
General
del
Reino
de
Galicia,
de
Alberto
Martín;
“
Ortografía
gallega.
Bases
para
su
unificación
o
su
referencial
Diccionario
”;
“
Lóstregos
”,
obra
poética,
Ourense,
Imprenta
de
El
Diario,
1925;
“
Cousiñas
”,
unha
colección
miscelánea
de
relatos
e
poemas;
“
Do
meu
feixe
”,
en
Galicia,
1925;
“
De
certas
adiciós,
supresiós,
troques
y
enlaces
de
letras
”,
en
Nós,
25
(1926);
“
Novos
cantares
”,
en
Nós,
48
(1927);
“
Pontedeume
y
su
comarca.
Apuntes
históricos
”,
no
Boletín
da
Real
Academia
Galega,
1927-1945 (serie de artículos), ….
O Mariscal Pardo de Cela e a rebelión de Fernán Arias de Saavedra
Na
súa
obra
de
1944
“
Pontedeume
y
su
comarca.
Apuntes
históricos”
na
segunda
parte
baixo
o
título
“La
casa
de
Andrade
hasta
su
fusión
con
la
de
Lemos”,
no
capítulo
X
fala
sobre
a
resistencia
dos
nobres
galegos
a
obedecer
o
poder
real,
a
sentenza
ó
mariscal
Pardo
de
Cela
e
a
rebelión
de
Fernán
Arias
de
Saavedra.
A
continuación
amósase
o texto íntegro sobre estes acontecementos:
CAP. X
“Galicia
fué
poco
a
poco
apaciguándose
y
entrando
en
razón
los
nobles,
no
sin
que
los
obstáculos
fuesen
grandes.
Año
y
medio,
dice
el
cronista
de
los
Reyes
Católicos,
Hernando
del
Pulgar,
fué
el
tiempo
que
bastó
al
de
Acuña
y
a
Chinchilla para pacificar todo el país; pero indudablemente se queda corto.
En
Lugo,
el
Conde
de
Lemos
púsose
en
contra
del
de
Acuña
por
haberse
éste
apoderado
del
castillo
de
la
ciudad,
que
pertenecía
al
obispo,
el
que
era
hermano
de
dicho
conde;
el
heredero
del
de
Lemos
y
el
Conde
de
Benavente
se
enredaron
en
sangrienta
discordia,
llegando
a
apoderarse
aquel
de
la
fortaleza
de
Ponferrada
y
manteniéndola
contra
la
voluntad
de
los
monarcas;
el
turbulento
Conde
de
Camiña
tanto
se
sometía
como
se
daba
a
la
vida
de
aventuras
a
que
tan
aficionado
era,
y,
finalmente,
desposeído
de
sus
bienes
por
su
propio
hijo
y
vuelto
de
Portugal
a
donde
se
vió
obligado
a
huir,
murió
desastrosamente
en
Alba
de
Tormes,
abandonado
de
todos,
no
se
sabe
si
de
dos
carbunclos
o
si
de
un
garrote
al
cuello,
o
quizá
de
entrambas
maneras,
al
decir
de
Vasco
da
Ponte.
Los
demás
magnates
acabaron
sometiéndose
más
de
buen
grado,
a
excepción
de
Pardo
de
Cela
,
que
fué
el
que
más
reciamente resistió.
Continuaba
el
indomable
mariscal
imponiendo
en
absoluto
su
voluntad
en
tierras
de
Mondoñedo.
El
de
Acuña,
tras
de
ocho
años
de
obstinada
lucha,
consiguió
dejarle
reducido
a
una
sola
fortaleza,
la
célebre
Frouseira,
donde,
con
extraordinario
arrojo,
persistía
haciéndose
fuerte
el
mariscal.
Este,
por
traición
de
algunos
de
sus
vasallos,
cayó
al
fin
en
manos
del
virrey
y
fué
degollado
en
Mondoñedo,
el
17
de
Diciembre
de
1483,
diez
días
después
de
efectuarse
su prisión, aplicándole la misma pena a su nieto político Pedro de Miranda
1
.
De
Pardo
de
Cela
se
ha
apoderado
la
leyenda,
encarnando
en
él
los
últimos
latidos
de
la
independencia
de
Galicia
en
contra
de
los
Reyes
Católicos.
No
hay
motivo
para
ello.
Pardo
de
Cela
fué
un
noble
ambicioso
y
levantisco,
como
lo
eran
sus
contemporáneos,
sin
mérito
notable
alguno
sobre
muchos
de
ellos,
y
nada
más.
Ni
guerreó
como
partidario
de
la
Beltraneja,
sino
al
contrario,
se
puso
al
frente
del
Conde
de
Camiña,
único
abierto
defensor
que
aquella
tuvo
aquí;
ni
mucho
menos
se
erigió
en
jefe
de
los
hermandinos,
como
se
dijo
en
la
novela
y
en
pretendidas
historias
tan
anacrónicas
y
fantásticas
como
la
novela
2
,
sino
que
fué
combatido
por
ellos
y
los
combatió
a
su
vez;
ni
la
muerte
del
mariscal
trajo
consigo
la
pérdida
de
la
personalidad
de
Galicia
y
el
comienzo
de
su
servidumbre
a
los
usos
y
lenguaje
de
Castilla,
sino
que
la
significación
de
tal
muerte
debe
limitarse
a
un
simple
hecho
coincidente
con
la
plena
intervención,
que
se
hacía
de
todo
punto
necesaria,
de
los
Reyes
Católicos
en
el
gobierno
de
nuestro
país,
sumido
en
la
mayor
anarquía,
precisamente
por
causa
de
Pardo
de
Cela
y
sus
colegas
.
A
los
que
somos
celosos
de
nuestra
personalidad
regional
más
nos
hubieran
remediado
o
intentado
remediar
los
mismos
gallegos,
con
hartas
ventajas
para
Galicia,
sin
haber
hecho
preciso
la
mediación
castellana,
aceptable
a
título
de
mal
menor;
pero
desgraciadamente
no
sucedió
así,
ni
con
Pardo
de
Cela
,
que
laboraba
sólo
en
vista
de
sus
particulares
conveniencias,
se
iba
en
camino
de
ello.
Su
misma
desgracia
y
las
especiales
circunstancias
que
concurrieron
en
su
prisión
y
muerte
fueron
sin
duda
gran
parte
para
que
la
tradición
idealizara
su
memoria.
Por
lo
demás,
el
propio
Murguía,
que
en
su
juventud
exaltara
al
supuesto
<<mártir
gallego>>,
concrétase
a
afirmar
que
fué
decapitado
con
tan poca prudencia como exceso de justicia
3
.
Muerto
Pardo
de
Cela
,
todavía
Fernán
Arias
de
Saavedra
,
quien
había
casado
con
una
hija
de
aquél,
Dª
Constanza
de
Castro
,
mantuvo
la
bandera
de
la
rebelión,
entrándose
en
Villajuán
,
hacia
Foz
o
Cospeito,
donde
resistió
un
año
aproximadamente
al
gobernador
López
de
Haro,
sucesor
de
D.
Fernando
de
Acuña;
y
<<porque
le
secó
el
pozo
de
agua,
entróse
agua
de
agua
llovediza
y
pudriose
todo,
de
manera
que
todos
adolecieron,
y
la
señora
fallesció
dentro,
y
Fernán
Ares
,
que
también
adoleció,
fué
ferido
de
una
piedra
de
trabuco,
y
a
él
y
a
otros
tres
hombres,
sanos
los
prendieron
y
ajusticiaron,
si
no
les
valiera
Diego
de
Andrade,
y
por
las
cartas
que
se
hicieron
entre
el
gobernador
y
Diego
de
Andrade
y
Álvaro
González,
partieron
toda
su
hacienda
en
tercias,
y
Diego
de
Andrade
luego
le
dió
su
parte,
y
lo
remedió,
y
el
rey
le
aseguró
la
vida,
porque
le
sirvión
en
lo
de
Málaga,
mas
nunca
le quiso ver…>>
4
.
La muerte del mariscal infundió entre los magnates el miedo consiguiente.
No
debían
considerarse
muy
seguros
cuando
a
uno
de
los
más
afectos
a
los
reyes,
como
lo
era
Diego
de
Andrade,
pretendieron prenderlo por maña el de Acuña y Mudarra en el puente de Rábade, hacia Lugo.
Por
eso,
después
de
la
ejecución
de
Pardo
de
Cela
,
se
reunieron
los
nobles
en
Santiago,
y
allí
el
conde
Altamira
por
sí,
por
el
de
Camiña
y
por
el
mariscal
Suero
Gómez,
y
de
otra
parte
el
conde
D.
Sancho
por
sí
y
Diego
de
Andrade
también
por
sí,
y
todos
por
cada
uno
de
los
suyos,
se
confederaron
<<haciendo
los
unos
a
los
otros
pleito
y
homenaje
en
manos
de
Fernán
Pérez
Parragués
de
se
ayudar
e
bandexar
contra
todo
el
mundo,
obedeciendo
al
rey
en
caso
de
lealtad,
y
de
no
consentir
a
los
gobernadores
todo
lo
que
quisiesen
facer,
y
cada
uno
llevó
su
carta
firmada de todos tres>>
5
.”
CAP. XI
En
el
año
1486,
cuando
Galicia
se
hallaba
casi
del
todo
pacificada,
hicieron
los
Reyes
Católicos
un
viaje
a
nuestro
país.
[….]
(1)
Dice
la
generalidad
de
los
historiadores
que
este
Pedro
de
Miranda
era
hijo
de
Pardo
de
Cela
y
mozo
de
veintidós
años;
pero
según
Villamil
y
Castro,
en
el
trabajo
citado
en
otra
nota,
resulta
que
se
trata
de
un
nieto
político
del
mariscal
y
que
se
llamaba
Pedro
de
Miranda
o
Mozo
,
el
cuál
estaba
casado
con
Dª
Constanza
de
Saavedra,
hija
de
Fernán Arias de Saavedra, quien contrajo matrimonio con la hija de Pardo de cela Dª constanza de Castro).
(2)
Para
algunos
pseudo-historiadores
parece
que
ha
servido
de
fuente
la
novela
de
Vicetto
Los
Hidalgos
de
Monforte
,
por
donde
anda
el
mariscal
completamente
falseado;
y
aunque
el
mismo
autor
lo
reconoció
luego
así
en
su
Historia
de Galicia, la novela siguió <<en vigor>>.
(3) Galicia, página 1133.
(4) Vasco da ponte, op. cit., Casa de Parraga.
(5) Vasco da ponte, op. cit., Casa de Sotomayor.
Bibliografía de referencia
•
Historia
de
Pontedeume
y
su
comarca
(1944),
Couceiro
Freijomil,
Antonio
1888-1955.
Pontedeume.
1971.
23
cm.
458 p. il. Encuadernación en tapa dura de editorial.
•
R.
Otero
Pedrayo
(dir.),
Gran
Enciclopedia
Gallega,
Gijón,
Silverio
Cañada,
1974;
R.
Carballo
Calero,
Historia
da
Literatura
Galega
Contemporánea
(1808-1936),
Vigo,
Galaxia,
1981
(3.ª
ed.);
VV.
AA.,
Homenaje
al
polígrafo
eumés
don
Antonio
Couceiro
Freijomil
en
el
primer
centenario
de
su
nacimiento
(1888-1988),
La
Coruña,
Diputación
Provincial,
1990;
D.
Vilavedra
(coord.),
Diccionario
da
literatura
galega,
vol.
I
(Autores),
Vigo,
Galaxia,
1995, págs. 152-153; A. Costas, Historia da educación en Galicia, Vigo, Xerais, 2004.
•
RAH
(Real
Academia
de
la
Historia),
por
Inmaculada
López
Silva.
https://dbe.rah.es/biografias/53872/antonio-
couceiro-freijomil
Agosto 2024, Suso Pena
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