“Biografías gallegas:
Constanza de Castro”
Actualizado: setembro 2024
Pódeche interesar:
Artigo
sobre
Constanza
de
Castro
publicado
en
setembro
do
ano
1922
por
Manuel
Molina
Mera
no
xornal
“
El
Eco
de
Santiago” publicado tamén o mesmo ano no xornal “La Voz de la Verdad, Diario Católico”:
BIOGRAFÍAS GALLEGAS: CONSTANZA DE CASTRO
Hija
del
célebre
y
desgraciado
Mariscal
Pedro
Pardo
de
Cela,
ajusticiado
en
la
plaza
de
Modoñedo
el
17
de
diciembre
de
1483.
Supónesele
nacida
en
Vivero;
el
apellido
que
adoptó
era
el
de
su
madre
Dª
Isabel
de
Castro,
hija
del
Conde
de
Lemos D. Pedro Alvarez Osorio.
Casada
primero
con
su
tío
D.
Galeor
Osorio
y
en
segundas
nupcias
con
otro
noble
gallego,
Fernán
Arias
de
Saavedra
señor
de
Goiriz
y
de
Baamonde,
resolvió
vengar
la
muerte,
a
manos
del
verdugo,
de
su
exclarecido
padre
y
de
su
inocente
hermano,
cuyas
cabezas
segó
el
verdugo
en
un
mismo
día.
Al
efecto,
como
muchas
otras
mujeres
ilustres
en
nuestra
Historia,
alzó
a
su
vez
la
bandera
de
la
rebelión,
parapetándose
tras
los
muros
del
castillo
de
Villajuán
o
de
Caldaloba,
hoy
en
ruinas,
en
el
municipio
de
Cospeito.
Acudió
allí
D.
Diego
López
de
Haro,
que
había
sucedido
a
D.
Fernando
de
Acuña
en
el
gobierno
de
Galicia
por
los
Reyes
Católicos,
y
puso
estrecho
sitio
a
la
fortaleza:
<<Brava
y
obstinadamente>>
-dice
el
señor
López
Ferreiro,-
se
defendió
Fernán
Arias,
y
prolongó
por
mucho
tiempo
su
resistencia;
pero,
al
cabo,
se
corrompió
el
agua
del
algibe,
y
todos
los
sitiados,
incluso
Doña
Constanza,
adolescieron
mortalmente.
Fernán
Arias
que,
con
tres
soldados,
aún
se
conservaba
ileso,
tuvo
que
rendirse
a
la
necesidad.
El
Gobernador
le
confiscó
los
bienes
y
lo
condenó
a
la
última
pena;
pero
por
mediación
de
Don
Diego
de
Andrade,
que
con
Álvaro
González
de
Ribadeneira
había
ayudado
a
Don
Diego
López
de
Haro
a
sitiar
la
fortaleza,
obtuvo
la
libertad
y
la
vida…
Fernán
Arias
de
Saavedra
sirvió
después
lealmente
a
los
Reyes
Católicos
y
aun
concurrió
a
la
conquista
de
Málaga,
pero
estos
no
olvidaron
jamás
sus
pasados
yerros>>.
Animosa,
resuelta
e
indomable,
como
hija
de
tal
padre,
se
nos
aparece
Doña
Constanza
en
esta
etapa
de
su
vida.
Más
tarde,
viuda
ya,
desengañada
tal
vez
de
las
terrenales
miserias,
su
figura,
que
en
la
torre
de
Caldaloba
se
nos
aparece
con
épicos
rasgos,
adquiere
toda
la
dulcedumbre
y
el
poético
encanto
de
las
más
relevantes
figuras
místicas.
Consagrada
por
entero
a
la
oración
y
a
la
penitencia,
emprende
una
y
otra
vez
el
camino
a
Jerusalén,
visita
los
Santos
Lugares,
prosternándose
ante
la
tumba
del
Redentor,
y
viene
a
morir
en
la
poética
villa
donde
vió
la
primera
luz,
siendo
enterrada
en
la
capilla
mayor
de
la
Iglesia
de
San
Francisco
de
Vivero,
al
lado
del
Evangelio.
Su
fama
sobrepasó
a
su
vida,
a
tal
punto
que
unos
cien
años
después
de
fallecida,
el
Obispo
de
Mondoñedo
Don
Pedro
Zorilla
ordenó
el
año
1617
abrir
una
jurídica
información
de
la
que
resultaron
comprobados,
además
de
los
apuntados,
algunos
hechos
de
su
vida
calificados
de portentosos, así como la incorrupción de su cadáver, con otros prodigios no menos notables.
Ignoramos
si
dicha
información
se
conserva
o
nó
en
el
archivo
episcopal
mindoniense.
En
caso
afirmativo,
creemos
que
merecería
bien
de
la
Historia
y
de
Galicia,
quien
se
decidiera
a
exhumarlo,
prestándonos,
en
toda
su
grandiosa
magnitud
la figura de esta mujer tan insigne como hoy olvidada.
De
su
matrimonio
con
Fernán
Arias
de
Saavedra,
tuvo
nuestra
Doña
Constanza
una
hija
única
que
casó
con
un
hijo
de
aquel Álvaro González de Ribadeneira que figuró en el episodio de Villajuán.
Manuel Molina Mera
(texto íntegro do artigo//Fonte: hemeroteca BVPH)
Maio 2021